7 de junio de 2011

Sexualidad en el Adulto Mayor, Mitos y Verdades...





Existen mitos que han llevado a la ridiculización de la sexualidad durante la vejez. Generalmente la vejez se asocia con bajo deseo y satisfacción sexual, y poco interés en la sexualidad  en  general.  Sin embargo,  en  algunos  estudios  se  ha  visto  que  para  muchos adultos mayores este ámbito es de gran importancia. Por haber sido criados en una época en que el tema de la sexualidad era tabú, muchos de los adultos mayores actuales, no consultan por  disfunción sexual,  sumado  esto  a  la  creencia  de  que  sus  problemas  se deben exclusivamente  a la  edad.   Por todo  esto  es importante  que el médico lleve  a  cabo  una  anamnesis dirigida a la sexualidad, siempre en un ambiente cordial y de respeto.


CAMBIOS EN EL HOMBRE
Aproximadamente un 30% de los hombres  a los 40 años describen dificultades en la erección, esta cifra aumenta a un 70% a los 70 años. Desgraciadamente las estadísticas son de difícil adquisición por las implicancias psicológicas del tema y la renuencia de médicos y pacientes a hablar del tema. El factor más fuerte asociado a estas alteraciones es la edad.
Existen ciertos cambios normales de la sexualidad con el envejecimiento. Existe un enlentecimiento en la respuesta   sexual, lo que es más notorio en el hombre. Además, el hombre puede presentar menor  fluido pre-eyaculatorio y menor  fuerza de la eyaculación asociada a disminución del lívido. La causa de esta disminución gradual en la libido con el envejecimiento es obviamente multifactorial, pero la secreción testicular de testosterona juega  un  papel preponderante.  Al  envejecer,  hay  disminución  gradual  en  el volumen testicular y fibrosis global del testículo. Aún no se sabe si estos cambios relacionados con el envejecimiento  se  deben  a  algún fenómeno  celular  primario,  o  en  cambio  a  una insuficiencia vascular  progresiva. El  último  resultado,  sin embargo, es  una disminución lenta pero persistente en la disponibilidad de la testosterona al envejecer, y una disminución asociada en el interés sexual.
Los niveles de testosterona pueden disminuir levemente con la edad, sin embargo una  disminución  mayor  se  puede  observar  con enfermedades  crónicas  y  consumo  de alcohol.

CAMBIOS EN LA MUJER
En las mujeres la menopausia juega un rol importante en la sexualidad. El término de la vida fértil en muchas mujeres, produce una mayor satisfacción al no existir el temor de  un  embarazo  no deseado.  En  otras,  sin  embargo,  lleva  a  una  sensación  de  baja autoestima a inseguridad. Los cambios estéticos también juegan  un rol importante,  y la mujer puede no sentirse lo suficientemente atractiva. 
El déficit de estrógenos característico de la menopausia produce atrofia del epitelio urogenital, lo que aumenta la incidencia de infecciones y de   dolor durante el coito, sin embargo no se relacionan directamente con disminución  de  lívido.  Incluso  en algunas  mujeres  la  ausencia  de  hormonas  que contrarresten la acción de andrógenos circulantes, hace que el deseo sexual aumente. Una de las alteraciones más frecuentes es la disminución de la lubricación vaginal, en la mujer joven  este  proceso  puede completarse  en  30  segundos,  sin  embargo  en mujeres postmenopáusicas puede durar 5 minutos o más, por cuanto una adecuada estimulación es aun más necesaria para la mujer en su etapa de adulto mayor. En algunos estudios se ha visto que la menopausia per se es responsable de algunos aspectos  de  la disfunción  sexual,  pero  no  de  todos,  por  lo  que  hay  que  tener presente factores como la edad, el tener o no una pareja estable y las condiciones basales de salud.
La terapia hormonal de reemplazo con estrógenos es una gran ayuda para mejorar algunos casos  de  disfunción  sexual  en mujeres post menopáusicas. La  utilización  de  estrógenos locales también puede ser de gran ayuda Los aspectos psicológicos generados por nuestra sociedad donde sólo la juventud se relaciona con la sexualidad hacen que muchos de los deseos de las mujeres queden ocultos por vergüenza.
En las mujeres las drogas también explican una parte importante de los trastornos de la  sexualidad.  La  administración  de  andrógenos puede  producir  aumento  del lívido y virilización en la mujer. El haloperidol también puede producir esto último. Otras drogas
pueden  causar  disminución  de  la  lívido,  disminución  de  la excitación  y  orgasmo.  En especial anti-colinérgicos, anti-psicóticos y antidepresivos.


En  resumen,  se  debe  que  recordar  que  la  disfunción  sexual  es frecuente  en  los adultos mayores,  pero  que  no  constituye un evento  natural  de la  vejez.  Por lo tanto  es importante  preguntar de forma directa,  para  pesquisar  una  etiología  determinada  y  dar  un adecuado tratamiento.

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